Guía para elegir un diseñador web en 2020

J.C.

Después de darle muchas vueltas, has decidido hacer una nueva página web y renovar aquella que hiciste hace ya tanto tiempo que ni lo recuerdas. Tienes más o menos claro lo que quieres y has destinado un presupuesto para hacerlo. Enhorabuena, ahora solo te falta elegir un diseñador web que le dé forma a tus ideas y que actualice el diseño y las prestaciones de tu página web.

Solo, digo. Como si fuera fácil elegir un diseñador web. A nosotros nos encantaría que nos escogieras, pero para ponerte algo más fáciles las cosas te vamos a decir qué cualidades debería cumplir el profesional que se ocupe de tu página web.

Si sigues estos consejos a la hora de elegir un diseñador web disminuirás el riesgo de equivocarte.

Factores a tener en cuenta al elegir un diseñador web

La lista es corta, pero jugosa, e incluye aspectos a valorar tanto de carácter técnico como humano, de comunicación y profesional.

Vamos con ella.

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Experiencia

Si la experiencia es un grado, en diseño web aún lo es más. Naturalmente, nadie comienza en este trabajo sabiéndolo todo. Es más, este mundillo es un aprendizaje continuo en el que cada vez se acumulan más conocimientos. Hoy haces una tienda online, mañana un servicio de reservas de alquiler de autocaravanas, pasado una web para un restaurante, el otro…

Cada caso es diferente y es habitual que cada proyecto exija ampliar el abanico de funcionalidades que cualquier buen diseñador web debe conocer. Por esa razón, un buen punto de partida para elegir un diseñador web es echar un ojo a sus trabajos anteriores. Lo normal es que el diseñador web tenga en su página un porfolio de proyectos realizados para que sus posibles clientes puedan visitarlo.

Hay quien dice que las muestras de trabajos no son necesarias, pero la experiencia me dice que cuando hemos optado a algún proyecto, siempre se piden referencias.

Trabajo a medida

Hace algún tiempo, la eclosión de las plantillas WordPress como las disponibles en algunos de los marketplaces más conocidos hizo que muchas empresas recurrieran a ellas para sus páginas web. Es algo muy fácil de entender: se trataba (se sigue tratando) de plantillas con unas demos muy atractivas, prácticamente perfectas.

El problema es que acostumbran a tener más funcionalidades de las necesarias y ese exceso de plugins y recursos hace que ralenticen la carga. Además, suelen generar una cierta decepción cuando ves que aquella plantilla tan bonita no luce igual con tus fotos y tu contenido.

La evolución de WordPress ha hecho que el diseñador web que se precie trabaje siempre a medida. ¿Para qué sobrecargar una web corporativa con elementos que el cliente no necesita? ¿Por qué hacerle a aquel pequeño despacho de abogados de una pequeña ciudad una página con una plantilla que elegiría un gran bufete de Nueva York? Es absurdo, ¿verdad?

Por eso al elegir un diseñador web debes exigir que el trabajo sea exactamente a tu medida. Que no te falte de nada, pero que tampoco te sobre. El diseñador web debe darte lo que necesitas y hacer un diseño lo suficientemente flexible para que si en un futuro quieres ampliar alguna funcionalidad, puedas hacerlo.

Y todo eso pasa por partir de un lienzo en blanco sobre el que plasmar tus ideas.

Empatía

Con frecuencia, el diseñador web tiende a pensar desde su punto de vista y no diré que olvida, pero sí que no prioriza, el objetivo del cliente. Evidentemente, el experto en diseño web es el profesional, pero no conviene dejar de lado que quien tiene (o debería tener) claros los objetivos del proyecto es el cliente que encarga una página web.

Aquí es donde entra la parte humana que debes tener presente cuando trates de elegir un diseñador web. Un buen profesional puede conocer WordPress al dedillo y ser un crack a nivel técnico, pero si no es capaz de escuchar qué necesitas, qué buscas y cómo eres tú o tu empresa, el resultado no te va a convencer nunca.

Para captar la esencia de tu marca, nosotros tenemos una ventaja adicional: combinamos la experiencia de un diseñador gráfico experto en branding e imagen de marca con la de un diseñador web capaz de convertir ese diseño en una web a medida de cada cliente.

No empezamos nunca ningún trabajo sin entender antes qué busca el cliente, dónde quiere llegar y qué objetivo tiene para su nueva página web.

Dominio de sus herramientas

Hay un refrán que dice que quien mucho abarca, poco aprieta. A la hora de elegir un diseñador web, no estoy seguro de si lo que te conviene es alguien que te diga a la ligera que puede hacer de todo y con cualquier herramienta.

Como en muchos otros trabajos, la especialización se ha abierto paso también en el diseño web. En mi opinión, es mucho mejor elegir un diseñador web que cuenta con una serie de herramientas con las que trabaje a diario y en todos sus proyectos, puesto que esa familiaridad con el toolkit le hará trabajar mejor, optimizar los tiempos y mejorar el resultado.

Y eso es precisamente lo que buscas en un diseñador web.

En nuestro caso, la caja de herramientas la tenemos muy clara y la conocemos a fondo. Nuestro lienzo blanco es la plantilla GeneratePress, mientras que los pinceles con los que construimos la web se llaman Elementor Pro.

Un detalle más a propósito de esto: al elegir un diseñador web exige que las herramientas que utilice sean compradas y tengan su correspondiente licencia. De este modo no tendrás problemas con las actualizaciones y evitarás el riesgo que supone tener elementos obsoletos.

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El entorno de pruebas

Cuando tengas que elegir un diseñador web, valora positivamente aquel que te explique que desarrollará tu web en un servidor de pruebas. Es algo de sentido común por varias razones. La primera, porque mientras se diseña la nueva página, tu anterior web seguirá online. La segunda, porque te permitirá conocer el ritmo de evolución del proyecto y ver si todo va como tenías previsto.

Una vez haya finalizado el desarrollo de la nueva página, el diseñador web de ocupará de migrarla al servidor definitivo. Créeme: si lo haces así evitarás quebraderos de cabeza y no dañarás tu imagen de marca ni tu presencia online.

El precio

Este es un tema delicado sobre el que vale la pena hacer énfasis. Cuando uno recibe un presupuesto, tiende a mirar la última página y a tomar una decisión en función del importe total. Y eso es un gran error.

¿Por qué es un error mirar solo el precio al elegir un diseñador web?

Porque un trabajo profesional y de calidad tiene un precio. En diseño web a medida, las gangas y los chollos no existen. Si un diseñador web te ofrece una página web a medida por un precio irrisorio, desconfía.

Mi consejo: exige un presupuesto por escrito donde se detalle todo el trabajo a llevar a cabo, las herramientas que va a utilizar y a dejarte instaladas el diseñador web que elijas y los servicios de valor añadido que incluya el precio total.

Para que te hagas una idea, un presupuesto de diseño web a medida de GO Comunicació incluye el número de páginas o secciones de la web, los idiomas en que se entregará la página, la instalación del tema premium, la instalación y configuración de los plugins de maquetación, copias de seguridad, aviso de cookies, SEO, caché y protección de la web frente a ataques, el alta de la web y su sitemap en el índice de Google (Google Search Console) y la integración de Google Analytics.

Además, incluimos aquellos servicios que de manera opcional puedan interesar a los clientes, como los idiomas adicionales, los textos legales (en nuestro caso, elaborados por un despacho de abogados), la posibilidad de instalación de e-commerce o el servicio de mantenimiento mensual.

La idea de hacerlo así es conseguir que el cliente reciba únicamente lo que necesita y no sobredimensionar el proyecto ni su coste.

Es difícil comparar dos presupuestos web de otros tantos diseñadores, porque no es como comparar el precio de dos bolígrafos idénticos en dos tiendas distintas. Por eso, cuanto más detallado esté el presupuesto, más posibilidades de valorar mejor el importe total tendrás. Y si después de recibirlo aún tienes dudas, no tengas vergüenza en pedir que te las despejen.

Pero recuerda: huye de los chollos increíbles porque, como se decía antes, nadie da duros a cuatro pesetas.

Puntualidad y comunicación

Parece mentira que haya que recordar esto, pero si lo hacemos es por una razón. Si al elegir un diseñador web se compromete a terminar tu página en un plazo determinado, debe hacerlo. Para nosotros, la puntualidad y la seriedad es fundamental porque ni queremos perder el tiempo ni hacérselo perder a nuestros clientes.

De todos modos, piensa que el cliente que encarga una web tiene una responsabilidad también a la hora de que se respeten los plazos: entregar todo el material necesario (textos, imágenes, vídeos, traducciones…) a tiempo para que el diseñador web pueda ponerse manos a la obra.

En nuestro caso lo tenemos claro: cumplimos escrupulosamente los plazos de entrega y, si podemos, incluso los reducimos. Pero ese plazo empieza a contar solo cuando el cliente nos ha suministrado todo lo que necesitamos. Exige puntualidad al diseñador web, pero sé también puntual en la parte que te toca.

¡Ah! Hay otra cosa importante: es importante acordar con el diseñador web todos los trabajos que deben llevarse a cabo. Plasmando por escrito lo acordado tendrás una total tranquilidad, mientras que el diseñador web podrá trabajar con fluidez sabiendo que no tendrá que afrontar innumerables cambios ni cosas fuera de lo presupuestado.

Asesoramiento

Ya sabes que quieres una página web, sabes qué funcionalidades tendrá e incluso tienes una imagen en tu cabeza de cómo puede quedar, pero olvidas algo fundamental: registrar el dominio y elegir un buen hosting donde alojarla.

Confía en un diseñador web que pueda asesorarte en esto. Un trabajo impecable de diseño y optimización web puede irse al traste si contratas un hosting de baja calidad por algo tan simple como que es barato.

En otros artículos del blog lo hemos explicado, pero insistimos: no escatimes unos pocos euros al año en el alojamiento de tu página web y escoge proveedores contrastados aunque sean algo más caros. Empresas como Siteground, Dinahosting, Webempresa o Raiola Networks son muy fiables y, además de dar un buen servicio, cuentan con un soporte al cliente de primer nivel. También Cloudways, un alojamiento administrado en la nube, es una excelente opción de la que hablaremos en un futuro artículo.

Esas son nuestras recomendaciones, pero al final eres tú quien elige el hosting igual que te tocará elegir un diseñador web.

Conclusiones sobre cómo elegir un diseñador web

Dicen que cada quién cuenta la feria según le va, así que es posible que encuentres artículos de otros diseñadores web que te pidan que valores otras cosas a la hora de escoger al profesional que haga tu página. Me parecerá muy correcto, además.

Nosotros solo intentamos ser lo más honestos posible y explicar cómo trabajamos y cómo interactuamos con el cliente. Si esto te sirve para apostar por nosotros a la hora de elegir un diseñador web, fantástico. Si estos consejos llevan a escoger a otro profesional, fantástico también.

Al final, el mercado está lleno de muy buenos profesionales y seguro que encontrarás quien entienda tu idea.

En cualquier caso, apuesta por un profesional serio, que te explique bien cómo trabaja, que sea claro con el presupuesto que te haga y que sea cumplidor con los compromisos adquiridos y los plazos de entrega. Si al final somos nosotros, estaremos encantados de atenderte.

Así que prueba, infórmate sin compromiso y decide después, si tienes que elegir un diseñador web, si encajamos en tus planes.